PLEGARIA Y LITURGIA EN EL JUDAISMO - Página 5

*** en edición a partir de "La Canción del Dia***

TAJANUN - SUPLICAS -

La repetición de la Amidá (Hazará) es seguida del "Viduy" (confesión de los pecados) por el cual se realiza un precepto positivo de la Torá (Levítico 5:5) . Durante los días de la semana ordinarios se recita el Tajanún "súplica". La palabra hebrea proviene de la raíz "jen" que significa "gracia", ya que Tajanún es una plegaria especial para que D-os perdone en forma generosa a la persona de sus pecados, aún cuando parezca que no lo merece. La oración de Tajanun es relativamente breve, pero los días lunes y jueves por la mañana es incrementada con una serie más larga de súplicas que comienza con las palabras Vehú Rajúm (El es misericordioso) y consiste en siete capítulos y un himno penitencial.

La palabra Tajanún procede de Daniel 9: 3: "Y volví mi rostro al Señor, D-os, buscándole en oración y súplicas..." (véanse también los versículos de Daniel 9: 17-20). La súplica era una forma de ruego personal diferente de la plegaria común ya establecida. Lo mismo aparece en Reyes l 8: 54, donde se dice: "Como acabó Salomón de rezar a D-os toda esta oración y súplica".

De acuerdo con el Nusaj Arí, el Tajanún diario incluye la plegaria "confesional" Ashamnu "somos culpables". En algunas congregaciones sefarditas, sin embargo, esta plegiara se dice tan sólo los lunes y los jueves, mientras que en la mayoría de las organizaciones ashkenazis esta plegaria no se incluye en el servicio diario y se dice tan sólo durante "Selijot", los días de Ayuno.

Es un mandamiento de la Torá que una persona debe reconocer sus pecados ante D-os y buscar el perdón. Esto se hace de manera general en el Shemoné Esré, en la sexta bendición. De cualquier manera, el santo Arí insistió en que la plegaria "Ashamnu" debería decirse cada día de la semana (tanto en Shajrit como en Minjá), siempre que se dice Tajanún. Esto se basa en el sagrado Sohar (obra fundamental de la Kábala), donde la importancia de recitar la confesión diariamente se enfatiza mucho. El Sohar declara que cuando una persona reconoce sus pecados, luego del Shemoné Esré, se coloca enteramente a disposición de D-os y se previene de un juicio muy severo. Silencia al Adversario, al Acusador del Cielo, quien no es otro que el Tentador de la Tierra (el Yetzer Hará, alías Satanás, etc.). Esto es bueno tanto para la persona como para el mundo en general, porque de esta manera, la Cualidad de la Misericordia Divina se despierta, mientras que la del Juicio Severo (Din) se desvanece.

Dado que el texto bíblico parece indicar que la oración fue seguida siempre de súplicas, los Sabios del Talmud desarrollaron el hábito de agregar un ruego personal a D-os después de haber concluído las oraciones obligatorias (Berajot 16b-17a). Los Sabios suplicaban a D-os para que mostrara especial clemencia y compasión en cuestiones hacia las cuales eran particularmente sensibles o que les afectaban mucho.

En el Talmud se mencionan los ruegos personales de once Sabios. Una de estas súplicas, la de Mar hijo de Raviná, se convirtió con el tiempo en la plegaria de clausura de la Amidá silenciosa (véase Shemoné Esré o Amidá). Otra, la de Rabí Yehudá Ha Hasí, fue incluida en las primeras Bendiciones Matinales. La oración de Tajanún se desarrolló de acuerdo a esta tradición.

En forma gradual muchos fieles fueron desarrollando la costumbre de agregar sus propias palabras de súplicas personales después de la conclusión del servicio de oraciones (Berajot 31a). Durante muchos siglos estas rogativas o súplicas improvisadas fueron totalmente espontáneas, discrecionales y sin estructura fija. Cada uno expresaba lo que predominaba en su mente y lo que más le pesaba en el corazón. Recién después del siglo XlV de la Era Común, comenzó a cristalizarse el texto formal de Tajanún que se introdujo como parte integral del servicio de oraciones de la congregación. Este texto consistía en capítulos recolectados de la Biblia. El Tajanún contidiano corto consiste actualmente en el Salmo 6 con una breve introducción, un himno al Guardián de Israel y un párrafo de clausura.

El Salmo 6 -
Este Salmo con su introducción es particularmente significativo para toda persona que, como en el caso del Rey David, está en dificultades o apremios, o está enferma. La postura que se asume al recitar esta parte del Tajanún cotidiano es sentado, encorvado sobre sí mismo, con el rostro bajo apoyado en el antebrazo izquierdo. Para que se pueda leer el texto correspondiente del libro de oraciones, éste debe sostenerse debajo de los ojos. En el servicio matinal, cuando se usan los "tefilín" en el brazo izquierdo, se baja la cabeza sobre el antebrazo derecho. Esta postura simboliza lo que se practicaba en el Templo de Jerusalem, donde el pueblo se prosternaba y se inclinaba hasta tocar el piso con el rostro, gesto éste de absoluta humildad e incluso auto-humillación que indica total sumisión a D-os. Debido a la postura singular que se adopta para esta oración, Tajanún es conocida también con el nombre de "Nefilát Apáyim" (abatirse sobre el rostro). La forma modificada en que la persona se "abate sobre el rostro" actualmente, tiene precedentes en el Talmud: "Dijo Rabí Jiyá bar Abín: ' He visto a Abaya y a Rava suplicando ', lo cual es interpretado por Rashí como "inclinados sobre el costado, pero sin abatirse sobre el rostro" (Rashí, Meguilá 23a, Berajot 34b). En el período Post-Talmúdico sobrevino otra modificación llegándose así a la postura que se asume en nuestros días. Cuando se dice Tajanún en un lugar donde no hay Arca Sagrada, no se asume esta postura. Ello responde al espíritu del versículo de Josué (7:6) donde se dice que Josué "postróse en tierra sobre su rostro delante del Arca del Señor".

La Biblia describe a Moisés en tres posturas de oración: "Y estuve sentado en el monte" (Deuteronomio 9:9); "Y estuve de pie en el monte" (Deuteronomio 10:10); "Y postréme delante del Señor" (Deuteronomio 9:18).

El último capítulo de Tajanún que comienza con las palabras "Veanájnu lo nedá ma naasé" (Y nosotros no sabemos qué debemos hacer) señala que se han agotado todas las soluciones, y que "no sabemos lo que hemos de hacer" (Crónicas ll, 20:12). Lo que esto significa en última instancia es que la persona ha agotado todas las formas de oración en busca de la ayuda de D-os. Se ha estado sentado rezando (durante el Shemá y sus Bendiciones); se ha estado de pie rezando (durante el Shemoné Esré), la pesona se ha "abatido" sobre su rostro (durante estas súplicas). Lo que queda hacer por ahora, es concluir las súplicas con: "Ayúdanos, Señor, auxílianos por la gloria de Tu nombre; y sálvamos, perdonando nuestros pecados por amor a Tu nombre".

En la liturgia sefardita se recita el Salmo 25 en lugar del Salmo 6. Las congregaciones sefarditas y algunas congregaciones ashkenazíes preceden el Tajanún con una forma abreviada del "Vidui", la plegaria confesional (Ashamnu) y un pasaje de la Biblia (Exodo 34:6), que describe los trece atributos de D-os. [ Hebreo, Fonética y Traducción en edición ] [ índice plegaria y liturgia ]

Ashamnu (Vidui) -
Esta plegaria contiene en orden alfabético 22 expresiones de culpa, pecado y transgresión entre otros, que se dicen en orden alfabético, de pie y en voz alta. Sólo el Maestro de Oraciones (Jazán) podrá elevar su voz. Se golpea su corazón al mencionar cada categoría de pecados. Se usa la primera persona plural (somos culpables) para destacar la responsabilidad en común como comunidad que se siente en todos los casos de transgresión. De allí que esta plegaria pueda ser dicha verazmente hasta por un Tzadik, quien realmente nunca ha cometido ninguna de las transgresiones serias mencionadas en Ashamnu. Además se dice "hemos pecado nosotros y nuestros padres", a fin de incluir la confesión de faltas eventualmente cometidas en una precedente reencarnación. Además, según los criterios de la Torá, ciertas faltas aparentemente livianas son juzgadas como extremadamente graves: "hacer palidecer a su prójimo equivale a verter su sangre" "Enojarse o enorgullecerse equivale a practicar la idolatría".

Lo esencial al recitar esta confesión de pecado es expresar un arrepentimiento sincero por haber cometido la mala acción y resolver firmemente no volverla a repetir. Se hace esta confesión directamente a D-os. [ Hebreo, Fonética y Traducción en edición ] [ índice plegaria y liturgia ]

Los trece atributos de la Misericordia Divina - Midot

Al rezar con la cogregación (no individualmente) se dicen los Trece Atributos de Misericordia (Exodo 34:6) luego de Ashamnu. Estos trece atributos le fueron revelados a Moisés cuando oraba pidiendo el perdón de D-os por el pecado del becerro de oro. Los Sabios dicen que en esa ocasión "D-os se envolvió en un Talit", como un Jazán lo hace ante el Arca, y le dijo a Moisés: "Así rezarás, diciendo Hashem...". Es así que D-os le mostró a Moisés cómo el judío puede obtener el perdón divino a través de Teshuvá (arrepentimiento y retorno a D-os) y recitando los Trece Atributos de la Misericordia Divina.

Por esta razón, los Trece Atributos se dicen todos los días de ayuno al igual que durante "Selijot" antes de Rosh Hashaná (y en algunas congregaciones también durante los Días de Arrepentimiento, entre Rosh Hashaná y Yom Kipur). Pero de acuerdo con el santo Arí, se deben decir cada día de la semana, en Shajrit y Minjá, excepto en los días en que no se dice Tanajún.

Los Trece Atributos son introducidos por la plegaria "El Erej Apáyim (Tu, D-os, eres indulgente - paciente). En esta plegaria se dirige la persona a la indulgencia y piedad de D-os, de acuerdo con la manera de Teshuvá que D-os ha enseñado a través de Moisés, y luego se continúa recitando los Trece Atributos en voz alta junto con toda la congregación al unísono, con reverencia y concentración.

Los Trece Atributos de Misericordia Divina son: 1) HaShem, 2) HaShem, 3) El, 4) Rajúm, 5) ve´Janún, 6) Erej Apáyim, 7) v´Rav Jésed, 8) ve´Emet, 9) Notzer Jésed La´alafím, 10) Nosé Avón, 11) va Fesha, 12) ve´Jata-á y 13) ve´Naké.

Los primeros dos Atributos simbolizados por el Nombre de D-os (HaShem, HaShem) indican la misericordia de D-os antes y después de que una persona ha pecado. Estos significa que antes que una persona haya pecado D-os es misericordioso para con él y lo ayuda a evitar el pecado, siempre y cuando la persona esté decidida a permanecer libre de pecado. Pero si una persona ha fallado, D-os tiene piedad de él y lo alienta a hacer Teshuvá.

El tercer Atributo está indicado por el Hombre de D-os "El" (alef, lamed). Implica "fuerza" en la misericordia, queriendo significar que aún cuando D-os demuestra su poder castigando al pecador, lo hace piadosamente, para que éste no se sienta abrumado.

El cuarto Atributo, Rajúm (Bondadoso) representa la piedad de D-os.

El quinto ve´Janún (Generoso) es la virtud de otorgar favores aún cuando no sean merecidos.

El sexto, Erej Apáyim (Indulgente o "Reteniendo Su enojo") es la piadosa virtud de D-os de inclinar la balanza hacia el lado de la benevolencia, cuando se están juzgando las buenas y malas acciones de una persona.

El octavo, ve´Emet (Confiable, en la Verdad) es la virtud de mantener Sus promesas.

El noveno, Notzér Jésed La´alafím (Preservando amorosa bondad para mil generaciones) se refiere a la bondad de D-os al recordar los méritos de los antepasados de Israel (Zejút Avót) y al ser bondadoso con el judío en nombre de ellos.

El décimo, Nosé Avón (Perdonando las transgresiones) se refiere a las transgresiones hechas a sabiendas, como resultado de la tentación.

El décimoprimero, va Fesha, (Perdonando la culpa) se refiere a los pecados cometidos voluntariamente en rebelión contra D-os.

El décidosegundo, ve´Jata-á (Perdonando el descuido) se refiere a aquellas faltas cometidas sin saber o por descuido.

El décimotercer Atributo, ve´Naké (Absolviendo), es la cualidad Divina de limpiar por completo los pecados de aquellos que vuelven a D-os con arrepentimiento sincero y con amor.

. . . Lágrimas abren las puertas del Cielo . . .

El número "trece" es significativo porque representa a las doce tribus de Israel junto con la tribu de Leví (Cohaním y Leviím) y de alguna manera las características o atributos propios de cada tribu. Trece es también la suma total de la palabra hebrea "Ejád" (Uno), las tres letras suman 13 (alef=1, jet=8 y dalet=4). Esto indicaría que aunque hay trece Atributos Divinos de Misericordia, la Unidad de D-os es siempre perfecta; El es Uno. [ Hebreo, Fonética y Traducción en edición ] [ índice plegaria y liturgia ]

Nefilát Apáyim - Salmo 25

Luego de los Trece Atributos de Misericordia Divina sigue -de acuerdo con el Nusaj Arí y el Nusaj Sefardita- el Salmo 25: "Hacia Ti, Oh D-os, elevo mi alma". Anteriormente hay una corta confesión: "Oh Misericordioso y Generoso, hemos pecado contra Ti; ten piedad de nosotros y sálvanos".

Este Salmo se dice con la cara inclinada sobre el brazo derecho, en la plegaria matutina, porque el brazo izquierdo tiene colocado Tefilín. En Minjá se inclina la cara sobre el brazo izquierdo. Por eso se llama Nefilát Apáyim (Cayendo sobre el rostro), un gesto que expresa una oración intensa y devota, tal como se encuentra en el caso de Moisés y Aarón. Esto se hace también como recordatorio del Bet Hamikdash de la antiguedad, en donde los devotos solían caer de rodillas con los rostros hacia abajo.

De acuerdo al respetado comentarista de la Torá, Rabí Bajaia, se explica que esta "caída" tiene tres significados: 1) Expresa reverencia y respeto ante la presencia de la Shejiná (Presencia Divina); 2) Expresa también arrepentimiento y contricción, y 3) simboliza una completa sumisión a D-os, hasta el punto de un olvido de sí mismo y autosacrificio completos, como si todos los sentidos y los sentimientos hubieran cesado. De esta manera la persona ofrece su vida por haberse rebelado en contra de D-os. Se considera que hay algunos pecados, tales como "jilúl haShém" (Profanación del nombre de D-os), para los cuales no existe el perdón, a menos que sea a través de la muerte. Pero D-os acepta la idea del autosacrificio por la acción y perdona todos los pecados, incluyendo aquellos que de otra manera son redimibles tan sólo a través de la muerte.

El Sohar y el santo Arí enfatizan la importancia de esta "kavaná" (intento), o sea, que "nefilát apáyim" expresa que la persona está lista a ofrecer su alma por la Santificación del Nombre de D-os, además de la idea de arrepentimiento por el pecado. Según el Sohar: "Habiendo recitado la Plegaria (Shemoné Esré) y confesado sus pecados (Ashamnu) debe ahora verse a sí mismo como ofreciendo su vida a su Dueño, con amor, diciendo ' Hacia Ti, Oh, D-os, elevo mi alma... ' y D-os también amorosamente lo considerará como si en verdad estuviera tomando su alma, por lo tanto, debe caer de bruces, como una persona muerta que cae a tierra. Porque hay pecados que sólo D-os redime... y ahora que se considerará como si D-os hubiera tomado su alma, la cual él le ofreció prontamente, en ese momento, a la persona le serán perdonados todos sus pecados..."

Nefilát Apáyim es un salmo con orden alfabético, en el cual cada verso comienza con una letra del alef-bet hebreo. En su contenido se acerca a la idea de los Trece Atributos de Misericordia al cual sigue. Porque en este salmo también, el Rey David hace un llamado a las bondades y a la piedad infinita de D-os. Declara que "D-os es bueno y justo" y que "todos los caminos de D-os son buenos y llenos de verdad". Expresando su confianza en D-os, el Rey David ruega ardientemente el poder comprender los caminos de D-os: "Tus caminos, Oh D-os, hazme conocer; enséñame tus sendas; Hazme caminar en Tu verdad...". Pero él sabe que tan sólo a través de la humildad y el temor a D-os y mediante el cumplimiento de los mandamientos de D-os, una persona puede compartir algo del secreto conocimiento de D-os; "Quién es el hombre que le teme a D-os? El lo guiará en el camino que El escoja. Su llama morará en paz y su semilla heredará la tierra. El secreto de D-os es revelado a aquellos que le temen y El les mostrará Su pacto".

En este Salmo, el Rey David expresa en nombre de todo Israel, sinceros sentimientos de arrepentimiento de un alma ansiosa. Termina de manera correcta con la plegaria "Redime a Israel, Oh D-os, de todos sus problemas". A esto se agrega otro verso: "Y El redimirá a Israel de todos sus pecados".

De acuerdo con el Nusaj Ashkenazí, Nefilát Apáyim viene inmediatamente después del Shemoné Esré, y el Salmo 6 ocupa el lugar del Salmo 25. Este Salmo está precedido por una breve confesión: "Oh Misericordioso y Generoso, yo he pecado en Tu contra; Oh, D-os, lleno de piedad, ten piedad de mí y acepta mi súplica". Después de dicho Salmo, los lunes y jueves sigue la plegaria del "Vehú Rajúm" extenso, y los otros días, la plegaria de "Va´anájnu lo nedá". [ Hebreo, Fonética y Traducción en edición ] [ índice plegaria y liturgia ]

Vehú Rajúm - extenso - "pero El, el Misericordioso"

Una de las principales plegarias del Tajanún es Vehú Rajúm, a menudo nombrada como "El largo Vehú Rajúm. Esta es la parte más triste y conmovedora del libro de oraciones. Esta oración expresa la tristeza y el sufrimiento que el pueblo judío ha padecido desde la destrucción del Bet Hamikdash y el exilio, los temores y angustias de muchas generaciones de judíos, particularmente en la Edad Media, que fue cuando se redactaron estas rogativas. El tema básico es que D-os constituye la última esperanza, de hecho la última esperanza. Se recita sólo los lunes y los jueves. El primer pensamiento del judio que reza es pedir perdón y misericordia para obtener ayuda y protección. Este motivo se repite una y otra vez a través de esta larga plegaria.

Hay muchas versiones distintas con respecto a la autoría de Vehú Rajúm y la época en que fue compuesta. De acuerdo con una opinión mencionada en la literatura de los Geonim, la plegaria fue compuesta en los días de Vespasiano, padre de Tito, quien destruyó el Bet Hamikdash. De acuerdo con esta versión cuenta la tradición, que Vespasiano había colocado un número de judíos en tres barcos, de los cuales se había quitado el timón. De esta manera los barcos comenzaron a ir a la deriva sin remedio. La Divina Providencia, sin embargo, salvó a los barcos de ser destrozados por las rocas y las tormentas. Eventualmente, cada barco arribó a una ciudad distinta de Francia: Lyon, Arlés y Bordeaux. Al principio los pobres refugiados fueron recibidos cortésmente por el gobernador de cada provincia y se les dieron tierras y viñedos para que vivieran en ellos. Sin embargo, cuando el gobernador murió, su sucesor resultó ser un hombre cruel. Les quitó a los refugiados todos los regalos que habían recibido y amenazó con echarlos. Los judíos comenzaron un ayuno orándole a D-os para que los salvara. Fue entonces que los tres líderes de la comunidad, dos de ellos hermanos, llamados José y Benjamín y el tercero Samuel, un primo, todos ellos hombres de extrema piedad y sabiduría, compusieron el Vehú Rajúm, cada uno una sección.

La razón por la cual Tajanún es aumentado con súplicas adicionales los lunes y los jueves, es que la tradición considera estos días como especialmente favorables para que D-os escuche las rogativas. Fue un jueves (quinto día de la semana), que Moisés ascendió al Monte Sinaí para recibir las segundas Tablas de los Diez Mandamientos (Las primeras tablas fueron quebradas por Moisés cuando encontró a los israelitas dedicados al culto del becerro de oro). Y cuarenta días más tarde, un lunes (segundo día de la semana), descendió Moisés del Sinaí trayendo consigo, no sólo las Tablas de la Ley, sino también el Perdón Divino por el pecado del becerro de oro. Por otra parte, dado que las sesiones de los tribunales (Bet Din) en el antiguo Israel se realizaban los lunes y jueves, tradicionales días de mercado, eran estos días considerados como días de juicio en las Alturas, en los cuales corresponde intensificar las rogativas al Tribunal de las Alturas como un pedido especial de misericordia (Baba Kama 82a; Tosafot, sobre los vocablos Kedei y Ve´doním). Otra razón para decir Vehú Rajúm sólo los lunes y jueves es que a menudo muchos judíos lo consideraban días de ayuno.

Ciertamente el Vehú Rajúm no refleja exactamente la situación actual, ya que ahora el judío no se siente como "objeto de burla y oprobio de las gentes, que les consideraban como ovejas destinadas al matadero, expuestos a matanzas y destrucciones, a castigos y escarnio". El judío actual no olvida su pasado como pueblo como una lección que habrá de ayudar a asegurar su futuro como persona y como nación. Esta es la razón por la cual el pueblo judío se lamenta en Tishá BeAv, celebra Pésaj, y no olvida los horrores del Holocausto.

El Vehú Rajúm contiene siete capítulos, un himno y una porción final. Esta última se recita también otros días cuando se recita Tajanún.

El primer capítulo, como así también el segundo, consiste en su mayor parte de versos bíblicos (de los Salmos, Jeremías, Daniel, Isaías, Joel, entre otros), que expresan la confesión de los pecados y un reconocimiento de que el sufrimiento se debe a que la persona se aparta de D-os. El primer capítulo finaliza con una conmovedora plegaria (de Daniel) para que D-os retire su ira de Jerusalem y haga que Su rostro brille sobre el Santuario que está en ruinas y que El lo haga, no por la buenas acciones que son pocas, sino por Su amor mismo.

El segundo capítulo continúa de la misma forma con citas de Isaías y Joel. El tercero y cuarto capítulos tambíen tienen un contenido similar. No contienen citas bíblicas, pero el estilo es muy similar.

En el quinto capítulo se hace un llamado a D-os por sus muchas virtudes: como Padre, Rey, Roca, Redimidor; es Eterno, Poderoso, Amante, Lento en enojarse y Lleno de Misericordia. Apelamos a El para que nos trate de acuerdo con estos atributos y nos libere de nuestros enemigos y de cualquier forma de dolor y daño.

En el sexto capítulo se llora para que D-os se acuerde de los antepasados, Abraham, Isaac y Jacob, y nos proteja al pueblo judío en virtud de ellos, "porque así eres Tú - mostrando generosidad libremente en cada generación". Prometiendo reconsiderar la propia conducta y retornar a D-os. En el último capítulo se apela a D-os Quien está siempre listo a recibir a aquellos que retornan a El sinceramente. Nuevamente se le ruega a D-os para que considere el fin del sufrimiento del exilio.

Tajanún no se recita en Shabat, Yom Tov, Rosh Jódesh y algunos otros días de importancia festiva. Por ejemplo, no se dice durante todo el mes de Nisán, en Pesaj-Shení, Lag BaOmer, desde Rosh Jodesh Sivan hasta el día 12 (inclusive), Tisha BeAv, el 15 de Av, Erev Rosh Hashaná, desde Yom Kipur hasta el final de Tishrei, el 15 de Shevat, Purim-Katan (14 y 15 de Adar), entre otros. Tampoco se recita Tajanún en una casa en duelo o para la celebración de un casamiento. Tampoco se dice Tajanún si el padre de una criatura que va a ser circuncidada, o el "sandak" (el que sostiene al niño en el momento de la circuncisión) o el "mohel" que va a ejecutar la circuncisión, está presente en el servicio de oraciones ese día. Si se prepara la realización de una ceremonia de circuncisión en la sinagoga, práctica ésta muy difundida en muchos lugares, la congregación no dice Tajanún aun cuando ninguno de los tres participantes arriba mencionados esté presente en los servicios. El acontecimiento por sí mismo es causa suficiente para la omisión de Tajanún. La mitzvá de la circuncisión es recibida con alegría, y por ende su cumplimiento se acompaña con regocijo por toda la congregación (Shabat 130a). En las congregaciones jasídicas se omite el Tajanún el día en que se observa el "yortzáit" (aniversario de fallecimiento) del Rebe (jefe de una secta jasídica) de la misma. Entre los jasidim, el "yorzáit" del Rebe no es un día de duelo, sino una ocasión de renovación espiritual y de celebración religiosa (Yevamot 122a; Rashi, sobre el vocablo t´lata rigléi).

Las reglas que rigen la omisión del Tajanún del servicio de oraciones son una fiel expresión de la preocupación de la comunidad judía por el individuo que la integra y de su sentido de responsabilidad hacia el mismo. El judío nunca está solo. Siempre es parte ade una vasta familia que comparte sus penas y sus alegrías.

Especial atención merece la razón por la cual no se recita Tajanún en Tishá BeAv, que es un día de duelo nacional. Existe una antigua tradición que se remonta al período talmúdico, que establece que en este día no se recita Tajanún debido a que "Tishá BeAv es denominado 'moed' (festividad)" (Oraj Jayim 559:4). "Moed" se interpreta en este caso en su significado literal de "tiempo establecido" o de "hora fijada". Una festividad es "moed lesimjá" (tiempo establecido para el regocigo); pero evidentemente Tishá BeAv no es tal cosa. Según fuentes midráshicas se establece que Tishá BeAv es el día del nacimiento del Mesías. Tales fuentes no hacen una afirmación en un sentido literal e histórico, sino que pretender señalar que el mismo día en que el Templo de Jerusalem fue destruído, fue sembrada la simiente de la redención judía (Eijá Rabá 1:57). Este concepto se refleja en la famosa leyenda de los cuatro sabios que llegaron a Jerusalem y ascendieron al Monte del Templo destruido. Se cuenta que cuando Rabí Gamliel, Rabí Eliezer ben Azariá, Rabí Yeoshua y Rabí Akiva llegaron al Monte del Templo, vieron un zorro que se escabullía del lugar donde había estado el Sancta Sanctorum, el lugar más sagrado del Templo. Los primeros tres rabíen mencionados se echaron a llorar de pesar, pero Rabí Akiva se mostraba alegre. Extrañados por tal actitud, los otros le preguntaron la razón de su conducta, a lo que Rabí Akiva respondió: "Si se ha cumplido la profecía respecto a la destrucción del Templo, tengo fe que también se cumplirá la profecía respecto a la redención". Al escuchar estas palabras, los otros rabíen le dijeron: "Akiva!, nos has consolado! (Makot 24b).

Esta concepción rabínica se expresa en el Targum Yonatán (traducción al arameo de la Biblia) de otro versículo de las Lamentaciones (2:22), en el cual también aparece el término "moed". Aquí el Targum vierte una clara luz sobre lo que la tradición puede haber entendido al asociar nebulosamente el término "moed" (en su connotación de solemnidad o festividad) con Tishá BeAv. Según el Targum, el profeta no se propuso utilizar la expresión "moed" refiriéndose a Tishá BeAv tal como se lo observa actualmente (como día de duelo), sino refiriéndose a este día tal como está destinado a ser en la era mesiánica, cuando será transformado en una festividad similar a Pésaj y convertido de un día de pesar y duelo a un día de regocijo y celebración; de un día de oscuridad y tristeza a un día de luminosidad y alegría.

Ese es el simbolismo y el mensaje que los Sabios han querido manifestar en ese día de duelo nacional, mediante el acto demostrativo de omitir la recitación de Tajanún. Y esto es también lo que la tradición se propuso comunicarnos al transmitirnos en forma criptica el hecho de que la denominación de Tishá BeAv como "moed" es la razón por la cual en ese día no se dice Tajanún (Mekor Jayim Hashalem IV, 205:9). [ Hebreo, Fonética y Traducción en edición ] [ índice plegaria y liturgia ]

Va´anájnu lo nedá -
Consiste en una recopilación de distintos versos de las Escrituras. Está precedida por varios versos de la plegaria "Avinu Malkénu" (que se recita completa los Días de Ayuno, en Rosh Hashaná cuando cae en día de semana, en los Diez Días de Arrepentimiento -entre Rosh Hashaná y Yom Kipur- y al finalizar Ne´ilá en Yom Kipur). En los Dias de Ayuno y los Diez Días de Arrepentimiento se dice Avinu Malkenu (nuestro Padre, nuestro Rey) completo; en los días de semana se dicen sólo cuatro versos. Siguen a continuación los versos de las Escrituras con los cuales finaliza el Tajanún. El primero de estos es: "Y en cuanto a nosotros, no sabemos qué hacer, pero nuestros ojos están sobre Ti". Este verso expresa el pensamiento de que habiendo seguido el modelo de plegaria de Moisés, o sea, habiendo rezado sentados, parados y de bruces, tal como él lo hiciera en el Monte Sinaí, no se sabe que más hacer, excepto confiarse en la piedad de D-os.
[ Hebreo, Fonética y Traducción en edición ] [ índice plegaria y liturgia ]

Salmo 145 - Ashrei -
Este salmo, que constituye el núcleo de los "Pesukei de Zimrá", se repite aquí como elemento de la parte final del servicio de oraciones matinales. (Véase bajo "Zemirot y Pesukéi de Zimrá" en el índice).

Salmo 20 - Lamnatzéaj -
Este Salmo ha sido introducido en la Plegaria Matutina, justo antes de la plegaria de Uvá L´Sión, por varias razones. De acuerdo a los Sabios, este salmo tiene una significación especial porque está a continuación de los primeros 18 salmos con los cuales el Rey David alabó a D-os antes de rezar, "Que D-os te conteste en el día de la desgracia". Es también adecuado entonces que se recite este Salmo luego del Shemoné Esré, conteniendo 18 bendiciones. Además, aunque este Salmo fue compuesto en relación con algunos hechos que le ocurrieron al Rey David, es también una profecía del momento en que el Mesías, el ungido descendiente de David, traerá la salvación (Gueulá) completa del pueblo judío y del mundo. Es por eso que el salmo ha sido colocado directamente antes de la plegaria de Uvá L´Sión (Que el Redimidor venga a Sión).

Dado que este salmo tiene carácter de rogativa y comienza con un versículo que menciona el dia de angustia, no se lo recita en las festividades mayores tales como los días intermedios de Pésaj y de Sucot, en Janucá, Purim, Rosh Jódesh, la víspera de Yom Kipur y la víspera de Pésaj, Yom Haatzmaút (Día de la Diáspora) y Yom Yerushaláyim (Dia de Jerusalem). Según el rito sefardita y muchos grupos jasídicos, este salmo es considerado como una prolongación del Tajanún y por lo tanto se lo omite en las ocasiones en que se omite Tajanún. Pero los ashkenazíes consideran el Salmo 20 como un preámbulo de la oración "Uvá L´Sión". Dado que hay una teoría que relaciona la introducción de Uvá L´Sión en el servicio de oraciones con épocas de persecuciones, se eligió el Salmo 20 para precederlo puesto que se refiere a días de angustia.

La desesperación que embarga al Rey David, en relación con la cual compuso este salmo, tenía que ver con las guerras que el Rey David debía pelear en contra de los enemigos del joven reino judío. Los Sabios dijeron que cuando David envió a su general Yoav al campo de batalla, recitó la plegaria "Que D-os conteste en el día de la desgracia... ...te envíe ayuda desde el Santuario y te sostenga fuera de Sión...". De acuerdo con otra tradición, este salmo fue compuesto originalmente en relación con el peligro que enfrentó David cuando él y un puñado de hombres fueron prácticamente vencidos por los Filisteos. En ese momento, Avishaí, hijo de Tzeruiá (hermano de Yoav) vino al rescate de David, recitando la plegaria "Que D-os te conteste en el día de la desgracia".

Tal como se explica en el Sohar y en otras fuentes, el Salmo 20 es muy significativo en varios aspectos. Contiene nueve versos (además del primero que es como un encabezamiento), setenta palabras y 310 letras - todos números muy significativos en Kábala y en la Torá. El número nueve representa la palabra "emet" (verdad). El número setenta recuerda, entre otras cosas, el número de hijos de Jacob que llegaron a Egipto. 310 es el número de mundos en el más allá que le aguardan al Tzadik.

En los escritos del santo Arí, todo el Salmo 20 se interpreta como haciendo alusión a la "desesperación" de la Divina Shejiná en el exilio, el cual es un paralelo de la desesperación del alma divina que está confinada en el cuerpo y es arrastrada a las cosas materiales, la batalla que tiene que realizar en contra de las tentaciones físicas, entre otras.

El Rokeaj (Capítulo 28) hace notar que la letra "tet" (la novena letra del alfabeto hebreo) se omite en este salmo. La razón que el escribe, es que existen nueve cosas que evitan que una plegaria suba al cielo y la omisión de esta letra significa que ninguna de ellas evitará que esta plegaria sea aceptada y por eso comienza con las palabras "Que D-os te conteste en el día de la desgracia", y termina con "Salve, Oh D-os, el Rey nos contestará el día que Le llamemos".

Debido al profundo significado de este salmo, es costumbre recitarlo (junto con algunos otros salmos y plegarias) en caso de desesperación o peligro, ya sea de naturaleza personal o de amenaza para la comunidad en general. Por la misma razón no se incluye en las plegarias diarias en Shabat, Yom Tov, Rosh Jodesh y ciertos otros días en los que no se dice Tajanún. De acuerdo con el Nusaj Arí, el Salmo 20 no se recita nunca como parte de la oración diaria, en cualquier día en que se omita Tajanún. [ Hebreo, Fonética y Traducción en edición ] [ índice plegaria y liturgia ]

Uvá L´Sión Goel - un redimidor vendrá a Sión -
Ya hacia el final de las Plegarias Matutinas hay una plegaria que comienza con las palabras "Uvá L´Sión Goel", lo cual significa "Un redimidor vendrá a Sión". También se le conoce con el nombre de "Kedushá de Sidrá", debido a que el núcleo fundamental de la oración está constituido por los tres versículos que comprenden la Kedushá (Santo, Santo, Santo, es el Señor de las Huestes) la cual se dice dos veces durante los Servicios Matutinos, la primera vez que se dice Kedushá es antes del Shemá y la segunda durante la repetición del Shemoné Esré. También se le dice "de Sidrá" debido a que esta Kedushá se recitaba a continuación de la lectura de una "sidrá", o fragmento de un libro de los Profetas, que se acostumbraba leer al final del servicio de oraciones cotidiano. El hecho de que los versículos iniciales de la oración son del profeta Isaías, refleja reminiscencias de esa práctica. La plegaria consiste en distintos versos bíblicos, algunos también traducidos al arameo, que era el idioma hablado por la mayoría de la gente en los días del Talmud, ya que sólamente los estudiosos hablaban el hebreo por aquel entonces.

Esta plegaria contiene la mayoría de los mensajes importantes que se mencionaron antes en las oraciones. En la plegaria de Uvá L´Sión, como antes del Shemá, la Kedushá no se dice de manera conjunta (ante por lo menos diez varones judíos mayores de 13 años cumplidos), sino que cada uno debe decirlo por sí mismo, ya que se recita tan sólo como una cita del profeta Isaías (6:3).

Esta plegaria ha sido preparada para beneficio de los que llegan tarde al Servicio Matutino. Por esta razón es como un compendio de todo el Servicio Matutino y también contiene la Kedushá. También por esta razón, se omite del Servicio Matutino del Shabat y Festividades, cuando la gente generalmente llega temprano. En estos días sagrados, la plegaria deUvá L´Sión se recita en el Servicio de la Tarde. Esto no significa que no se necesite recitar el resto de las plegarias, ya que esta plegaria es tan sólo un agregado al servicio y no un sustituto.

Se puede agregar aquí que se pueden quitar los Tefilin luego de la Kedushá de Uvá L´Sión, aunque muchos fieles lo hacen tan solo después de completadas todas las plegarias, incluyendo las que vienen después de Uvá L´Sión.

En cuanto a la plegaria en sí misma, puede verse que los dos primeros versos han sido tomados de Isaías (59:20-21). El primero contiene una promesa de Redención que está ligada al arrepentimiento. La segunda contiene la reafirmación de D-os del pacto eterno entre D-os e Israel y que el espíritu de D-os y la Torá nunca abandonarán a Israel.

El verso siguiente ha sido tomado de los Salmos, "Tú eres Santo, Tú que moras entre el pueblo de Israel". La palabra hebrea "yoshév" (vives) tiene el significado de "esperas" (como en las palabras "esperando el tiempo") ya que D-os... Se "sienta y aguarda las alabanzas de Israel".

Después de la Kedushá viene un verso del Profeta Ezequiel: "Bendita sea la Gloria de D-os desde Su lugar". El Profeta, en una visión celestial, escuchó a los ángeles alabar a D-os con estas palabras. Viene luego la exclamación: "D-os reinará por siempre jamás", que los judíos cantaron en la canción que entonaron luego de cruzar el Mar Rojo (Exodo 15:8). Siguen a continuación citas bíblicas, en su mayor parte de los Salmos y una del Profeta Micá, las cuales hablan de la misericordia de D-os, de Su perdón y Su verdad. Los últimos versos de la plegaria son: "Bendito sea el hombre que confía en D-os". D-os quiso por su equidad magnificar y glorificar la Torá (Isaías 42:21). El último verso habla de la grandeza de la Torá y sus muchos mandamientos, La "Ley". [ Hebreo, Fonética y Traducción en edición ] [ índice plegaria y liturgia ]

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CANCION DEL DIA

 

EIN KELOHEINU - No hay otro como nuestro D-os

 

ALENU

 

TEFILA DE LA TARDE -MINJA-

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TEFILA DE LA NOCHE -ARBIT-

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LAS BERAJOT EN DIVERSAS OCASIONES

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TZITZIT

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TEFILIN

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BERAJOT SOBRE LA COMIDA

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AGRADECIMIENTO DESPUES DE LA COMIDA -Bircat Hamazón-

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KABBALAT SHABAT

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EL SHABAT

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YOM TOV

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JOL HAMOED

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PESAJ

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SHAVUOT

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LAS TRES SEMANAS

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EL MES DE ELUL

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ROSH HASHANA

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KIPUR

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